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Sala 2:

  A los 18 MESES Pueden saltar, correr, subir una escalera ellos solos tomándose de la baranda y sentarse sin ayuda en una silla bajita. Son capaces de arrojar objetos grandes, como una pelota, sin caerse, hacer torres de tres o cuatro cubos, quitarse prendas de vestir como las medias y utilizar la cuchara con más acierto que hace unos meses.

    Amplían bastante su vocabulario con palabras que ya no son ininteligibles y conocen muchas más. Pueden seguir una melodía que les gusta. Empiezan a obedecer dos órdenes de una misma frase, como por ejemplo «siéntate y toma la cuchara».

   Imitan todo lo que hacen los adultos. Pueden saludar a personas desconocidas si se lo pedimos y quieren. Mantienen la atención más tiempo en una actividad, por ejemplo cuando les leen un cuento. Muestran cada vez más interés por otros niños, aunque les cueste interactuar con ellos.

 

   24 MESES Ya caminan perfectamente, corren y dan patadas a una pelota sin perder el equilibrio. Bailan al ritmo de la música. Pueden girar el pomo de una puerta, abrir un frasco o pasar las páginas de un libro. Empiezan a vestirse o calzarse con un poco de ayuda.

  Su divertida incontinencia verbal es propia de esta época: saben decir un montón de palabras, aunque a veces las empleen sin sentido, y hacen preguntas sin parar. Forman frases sencillas y entienden casi todo lo que se les dice. Si no saben expresar algo que quieren con palabras, se hacen entender por otros medios (señalando o tirando de los adultos hacia lo que quieren). También son capaces de nombrar y señalar partes de su cuerpo.

  Empiezan a ser más sociables e interactúan con los demás, también con otros niños. Dejan de estar tan apegados a mamá y son mucho más participativos.

 

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